Carta a Anne

Querida Anne:

Mi corazón te hecha mucho en falta.
La verdad es que no es lo mismo vivir contigo en el campo, que vivir solo en la ciudad encontrandome con monton de problemas que no tenía ahí. Es muy distinta esta vida a la que llevaba antes, llevo mucho tiempo aquí y no logro adaptarme a mi nueva vida.

En el trabajo hay que desempeñar una función muy distinta a la que deben hacer los superiores,
nuestra jornada laboral es muy dura ya que comienza al amanecer y finaliza al anochecer, y yo creo que no es justo trabajar largas jornadas laborales con un salario insuficiente, mientras que los capitalistas permanecen durante su "jornada laboral" en las oficinas observandonos a travez de pantallas y dando instrucciones al encargado, y el a su vez nos las transmiten a nosotros.

Un dia duro de trabajo no pude soportar el ritmo de trabajo, y perdí el control, debido a eso fui a parar al manicomio. Mi estancia allí no fue muy agradable la verdad, ya que yo sabía que si estaba allí no era por mi culpa sino por haber sufrido una explotación laboral. Al salir de dicho manicomio me vi sin poder trabajar, ya que al estar fuera un tiempo mi plasa fue ocupada por otro.